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Ejercicio y Covid-19

Existen multitud de incógnitas y preguntas acerca de la relación entre el ejercicio y el virus responsable de la actual pandemia. Además, el hecho de ser un hecho tan reciente, no ayuda en cuanto a poseer una amplio estudio científico.

Quizás, antes de hacernos cualquier consulta, deberíamos tener suficientemente claros los innumerables beneficios que nos aporta la actividad física, entre ellos, y tal vez el más directamente relacionado con la enfermedad, es la potenciación de nuestro sistema inmunitario.

Si bien es cierto que no ha habido tiempo material suficiente para elaborar los estudios pertinentes acerca de la COVID-19 y que todavía se desconocen muchos efectos a largo plazo, incluida la forma en que el virus afecta el estado físico general, sí que parece claro que, un fuerte sistema inmune, ayuda a prevenir, combatir y recuperarnos del virus con todas nuestras armas. De ahí la importancia de realizar actividad física, siempre ajustada a cada individuo y a cada caso.

Cuando el virus aparece en nuestras vidas, el efecto externo más inmediato, es la cuarentena que debemos guardar. Durante este período no es conveniente hacer ejercicio físico de manera preventiva.

Además, una vez el virus ha entrado en nuestro cuerpo, suele producir por norma generalizada síntomas tales como la dificultad para respirar, dolores musculares, pérdida de resistencia y agotamiento entre otros. Esto hará que, por precaución y prescripción, nos mantenga inactiv@s durante algunos días.

Nota: siempre hablamos de casos de no hospitalización. Ahí, como todos sabemos, el protocolo es muy diferente.

Una vez pasado el período de confinamiento, entendemos que la reincorporación al ejercicio debe ser planificada y personalizada para cada persona, además de gradual si queremos obtener resultados óptimos.

La segunda pregunta que deberíamos formularnos es cuándo y cómo debo o puedo empezar a practicar ejercicio post COVID-19.

Pues bien, en cuanto a lo que se ha podido comprobar hasta la fecha y teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado en relación a los diversos síntomas que se producen en nuestro cuerpo, se estima que:

  • ¿Cuándo? Ante todo no debemos olvidar que la principal recomendación durante el período de aislamiento es el descanso, buena alimentación y una adecuada hidratación. Llevando a cabo dichas recomendaciones, el plazo para reanudar la actividad física va a depender de lo leve o moderado que haya sido nuestro caso. Si hemos pasado la enfermedad leve o sin síntomas, la incorporación podrá ser después del confinamiento y siempre de forma gradual.

Si, por el contrario, se ha pasado moderada o grave, lo más adecuado será consultarlo con nuestro médico puesto que probablemente deban realizarse pruebas pertinentes.

  • ¿Cómo? Si estamos dentro del primer grupo, es decir, si nuestro caso ha sido asintomático o leve, la reincorporación a la actividad física será, como dijimos anteriormente, de forma gradual, siendo nuestro pilar de trabajo el sistema cardio respiratorio de componente aeróbico. Resumiendo y para que todo el mundo lo entienda, salir a caminar, hacer bicicleta a baja intensidad y/o un trabajo de fuerza suave, pautado e individualizado, también a bajas intensidades.

Por el contrario, si nuestro caso ha sido moderado o grave, lo mejor será seguir las prescripciones médicas, además de realizar, en su caso, alguna prueba que determine que estamos aptos para empezar el programa.

Una vez tengamos claros estos aspectos fundamentales, hemos de saber que el deporte es el mejor aliado contra la mayoría enfermedades. Nos ayuda, entre otras muchas cosas, a mejorar la circulación de la sangre y el funcionamiento del corazón y pulmones. Sin embargo, el descanso es clave ante una enfermedad, aún más ante el coronavirus de la que se sabe tan poco. A modo de conclusión, decir que un estudio realizado por científicos de la ULPGC avala el papel del ejercicio físico para evitar la gravedad de la COVID-19. Dicho estudio versa sobre las claves de una proteína (ACE2), la cual se genera con la actividad física y que inhibe el riesgo de infección severa, además de disminuir el riesgo de obesidad, que es asimismo un factor de infección.

febrero 23, 2022

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